José González Camó: el primer piloto que sobrevoló Madrid, era de Caspe
A las cuatro de la tarde del 20 de octubre de 1911, un aeroplano despegaba con éxito desde la Dehesa de Santa Quiteria, el futuro aeródromo de Getafe, tomando dirección Madrid. Unos minutos después, por primera vez en la historia, una aeronave sobrevolaba el centro de la capital de España. Los madrileños, atónitos, aplaudían entusiasmados a José González Camó, el aviador que, treinta y tres años antes, había nacido en Caspe.
Cédula personal
Hijo de José González Ana y Dolores Camó Poblador, el protagonista de la gesta había llegado al mundo el 15 de julio de 1878. Tuvo, al menos, dos hermanos: César (1879) y María Dolores (1881).
Tras pasar por la Academia de Caballería, cuando finalizaba la primera década del siglo XX ya lucía los galones de capitán. Para entonces, era habitual su presencia en concursos de hípica como alumno de la Escuela de Equitación de Madrid. Pero el caspolino no estaba llamado a conseguir fama y notoriedad por sus logros a lomos de un caballo, sino que apuntaba, literalmente, mucho más alto.
Por aquel entonces la aviación era una disciplina novedosa, solo apta para aventureros. A finales de mayo de 1911 el aviador galo Jules Vedrines aterrizó en Getafe tras completar la prueba aérea París-Madrid. ¿Presenció González el aterrizaje? Es muy probable, pues por aquel entonces ya se sentía fuertemente atraído por la aeronáutica, Prueba de ello es que ese mismo verano volvió a Caspe para vender una finca familiar. Cargado de dinero e ilusión, se fue hasta Champagne (París), donde realizó el curso de piloto de aeroplano. Las siete mil pesetas que había obtenido con la venta de la propiedad caspolina le permitieron hacerse con un aeroplano Deperdussin de 6 metros de longitud y 8,45 de ala a ala capaz de alcanzar los 115 kilómetros por hora. Así fue cómo el 20 de octubre de 1911 José González Camó pasó a la historia:
“Viósele desde todo Madrid perfectamente, y a todos admiró la pericia del incógnito, en aquellos momentos, conductor, que dirigía su aparato con una seguridad admirable. Cuando se encontraba a gran elevación describió un círculo perfecto y continuó su vuelo, durante el cual atravesó los aires de un extremo a otro de la villa” (ABC, 22-10-1911).

Aeroplano
Su vinculación con la aviación no acabó ahí, sino que fue capaz de introducirse en la ingeniería aeronáutica gracias a la colaboración del ingeniero Luis Acedo y contando con la suscripción popular organizada por la revista Nuevo Mundo:
Así lo explica Velarde Silió en su minucioso trabajo sobre los inicios de la aviación en España:
“González Camó Monoplano con motor Anzani de 25/35 HP, inspirado en el Deperdussin, era fruto de la colaboración entre González Camó y Acedo. Se construyeron dos ejemplares en 1912, el primero de los cuales voló inicialmente el 16 de junio. Pronto quedaron ambos destruidos tras sendos accidentes”.
Poco después, fundó su propia escuela de aviación civil, de escaso éxito, la cual pasó a manos del Estado en 1913. Realizó el curso de piloto militar en el Aeródromo de Cuatro Vientos (Madrid), alcanzando el grado de profesor, y se especializó también en el pilotaje de hidroaviones. Ya comandante, acabaría desempeñando el cargo de jefe de la Escuela Aeronáutica de Los Alcázares (Murcia).

Durante su etapa murciana José González, al que llamaban Pepe, contrajo matrimonio con María de la Luz Cassola y Pérez. El enlace se celebró en Cartagena en el año 1917.
En junio de 1936 José González Camó era coronel y no pilotaba, al menos no oficialmente. Había vuelto a Caballería. Sus convicciones republicanas eran bien conocidas por el presidente del Gobierno, Santiago Casares Quiroga, y por tal motivo envió al caspolino a Palencia ante las sospechas de que la oficialidad allí destinada pudiera adherirse al cada vez más probable golpe de Estado. Cuando el 17 de julio estalló la sublevación, González Camó no pudo contener a los militares levantiscos.
Detenido por los jefes y oficiales a su cargo, en noviembre de 1936 se encontraba preso en Burgos, como podemos leer en la carta que conserva su familia. Su decisión de permanecer fiel al gobierno de la Segunda República le acabaría costando la vida.

Gracias al Centro de Estudios Comarcales, desde diciembre del año 2025, en Caspe se recuerda a José González Camó en un bonito mural situado en la glorieta José Besteiro.
Texto: Amadeo Barceló Gresa
Fuentes:
Junto a los datos obtenidos de Nuevo Mundo y ABC, la información ha sido también extraída de:
- María José y Antonio González (nietos de nuestro protagonista).
- Registro Civil de Caspe.
- Web de la Real Academia de la Historia, la cual procede de: J. Goma Oruña, Historia de la Aeronáutica Española, Madrid, 1946.
- J. Arraras Iribarren, Historia de la Cruzada Española, Madrid, 1984.
- R. González Granda Aguade, Crónica Aeronáutica, Madrid, 2008.
- J. Velarde Silió, Aviones españoles del siglo XX, Madrid, Fundación Infante de Orleans, 1995.

